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Eyaculación retardada: Cuando él no puede terminar

Por Evelyn Hormazábal, periodista.

La eyaculación retardada, también llamada o conocida como la ausencia de la eyaculación, aneyaculación o incapacidad eyaculatoria es, en términos simples, la imposibilidad que experimenta el hombre para eyacular durante la penetración u otro estímulo sexual, pese a tener una fase de excitación normal o alta y una buena erección.

Pese a que no existe un tiempo “estándar” o “bueno”, la gran mayoría de los hombres eyaculan tres o cinco minutos después de iniciada la penetración, tiempo que es considerado normal dentro de la medicina. En el caso de los hombres con retraso eyaculatorio, puede que no lo consigan y finjan. Y si lo logran, es sólo haciendo un gran esfuerzo, después de una relación sexual de más de 30 minutos, situación que convierte el coito en una práctica extenuante, frustrante e incluso molesta, donde las consecuencias pueden provocar que se renuncie al contacto sexual, se inhiba el deseo, se genere un quiebre en la relación de pareja y se cargue con una insatisfacción e inseguridad sexual importante.

Muchas veces la eyaculación retardada puede ser esporádica y dada por un hecho puntual, como por ejemplo que no se esté completamente concentrado en la práctica sexual, situación que a cualquier hombre le puede pasar en algún momento de su vida sexual. Sin embargo, para que sea considerada una disfunción, éste tiene que ser un problema que experimente el hombre con frecuencia o de forma persistente en el tiempo.

Las causas de la eyaculación retardada pueden deberse a factores psicológicos o físicos. En el primer caso, puede que lo detonen problemas o falta de atracción hacia la pareja, temor consciente o inconsciente a eyacular, ansiedad, estrés, fatiga, cansancio, traumas, educación sexual restrictiva o incorrecta, desconfianza en el rendimiento sexual, entre otros motivos. En tanto, las causas de los factores físicos son originados por traumas severos en los nervios pélvicos, bloqueo de los conductos a través de los cuales pasa el semen, problemas hormonales, enfermedades del sistema nervioso (como un accidente cerebrovascular), uso desmedido de medicamentos, antidepresivos o fármacos agresivos, abuso de alcohol y drogas, deficiencia de testosterona, diabetes no controlada o infecciones urinarias o de la próstata, entre otras.

Es importante detectar el origen de esta patología, pues de esto dependerá el tratamiento. Para esto, el mayor consejo para tratar la eyaculación retardada es no dudar en consultar a un sexólogo, quien es el profesional más idóneo para ayudar a solucionar el problema. Sólo así se podrá volver a disfrutar de relaciones sexuales plenas y satisfactorias.

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