El deseo sexual va disminuyendo cuando se está con una misma pareja durante un tiempo prolongado. De hecho, esto puede considerarse parte “normal” de estar en una relación, pero si no hacemos nada por trabajar en este plano, podemos ser víctimas de algunas consecuencias poco felices que vienen de la mano de la insatisfacción sexual. Acá, dos especialistas nos entregan su visión y consejos para reavivar la llama.
Por Jessica Ramos, periodista
En los inicios de una relación, es muy probable que haya pasión hasta para regalar. En los primeros meses o incluso años, una pareja tiende a tener una vida sexual muy activa, no hay cansancio, no hay estrés, no hay quehaceres, no hay mañanas ni noches, en realidad, no hay nada que impida tener sexo.
Sin embargo, con el correr del tiempo, con la convivencia diaria y con la relación mucho más estable y consolidada, se comienza a asomar otro fenómeno que puede acarrear más de un conflicto en la relación: la falta de sexo.
Es aquí donde se puede ver una clara disminución de la actividad sexual o derechamente la desaparición de la intimidad y conexión sexual. Es como si al consolidarse el amor se esfumara el deseo sexual.
Odette Freundlich, kinesióloga, explica que “en el inicio de una relación se produce una explosión hormonal, con el pasar del tiempo, se va generando estabilidad, confort, bienestar, apego, cariño y todo este conjunto de sensaciones, además del cambio situacional, edad, corporal, podría llevar a una sexualidad más tranquila”.
En tanto Natalia Guerrero, psicoterapeuta sexual clínica de Medical Sex Center y miembro de la Escuela Transdisciplinaria de sexualidad, agrega otro punto interesante: “lo que pasa es que los seres humanos no somos monógamos sino que polígamos. Ahora, por cultura, por religión, valores, podemos decidir mantenernos con una pareja única por mucho tiempo, pero lo que tiende a suceder con esto es que los vínculos comienzan a parecerse más a los vínculos familiares, fraternos, de cuidado. De hecho, se liberan hormonas específicas de cuidado, por lo que se pierde un poco el interés pasional, sexual de pareja, que está regulado por otro tipo de hormona”.
“Entonces cuando una pareja quiere mantener vivo el deseo sexual en una relación estable, tiene que invertir tiempo, energía, y decisión para hacer las cosas diferentes. Esto es como los abdominales, al natural, si los seres humanos no hacemos deporte, nos sale ponchera, si queremos tener un estómago plano, tenemos que hacer ejercicios”, especifica la especialista.
Ahora, además de todos estos nuevos lazos y vínculos que se van generando al estar en una relación con una misma persona durante un tiempo prolongado, van sucediendo otras cosas que atentan directamente contra el deseo sexual.
Odette Freundlich, detalla algunos de los más comunes: Exceso de trabajo, falta de preocupación por el otro, malos hábitos de higiene, descuido con el aspecto físico, mala relación de pareja y falta de comunicación.
Lo peor es que este tipo de problemáticas pueden generar conflictos mayores, Freundlich las enumera: Insatisfacción, ansiedad, depresión, frustración e infidelidad.
¿Desmoralizante? Puede ser. Pero hay formas en que se puede salir de este círculo en que frecuentemente se ven envueltas las parejas.
Otros consejos para ganarle a la apatía sexual
Lo primero que hay entender es que el camino para recuperar el deseo o la pasión perdida no va a ser fácil, pero que tampoco es una misión imposible, siendo lo más importante la forma en que nos comunicamos y hablamos sobre el tema. Sin embargo, muchas veces las personas tienden a terminar peleando o a parecer como si estuvieran “exigiendo” algo a la pareja, lo que claramente provoca más distancia y más problemas.
“Mantener la pasión en una relación monógama no es algo fácil, pero es posible, entendiéndola como una decisión voluntaria, en que se entienda que el otro tiene pensamientos, emociones, y vivencias distintas, admirándolo y valorándolo es posible querer volver a conquistarlo. Si sientes que ya tienes conquistado al otro, es muy difícil que sientas deseo por la otra persona”, especifica Guerrero.
“Se puede jugar, se pueden crear espacios de descubrimiento y exploración, pero más que pedir, es necesario avanzar, proponer. En general pasa en las personas que tienen poco sexo y quieren tener más, lo exigen del otro pero no hacen nada para provocarlo”, agrega la especialista.
En tanto que Odette Freundlich agrega lo siguientes tips:
“lo más importante es la comunicación, lograr expresar los sentimientos, modificar ciertas conductas importantes para el otro, atreverse a ser creativos, crear momentos íntimos, generar instancias románticas y consultar con un profesional experto”.
Al final, lo más importante es que ambos tengan las ganas de reactivar el deseo sexual en la relación, que haya una conversación fluida y que no se cierren a ninguna posibilidad que los puede ayudar en ese camino.
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