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¡Que la hipertensión no afecte tu sexualidad!

El sexo en la relación de pareja constituye un punto de conexión, por lo que es esencial para su mantenimiento y fortalecimiento en el tiempo. Sin embargo, en ocasiones, y sin importar la edad, aparecen enfermedades como la hipertensión arterial, provocando problemas en la calidad del desempeño sexual.

Esto se agrava aún más cuando la hipertensión arterial no es tratada a tiempo, ya que esto puede ocasionar dificultades en el ámbito sexual con un mayor impacto en varones.

La situación se genera porque se produce una falla en el sistema vascular, el cual se encarga de la distribución del riego sanguíneo por todo el organismo; por esta razón, sí existe una falla en el sistema vascular también puede haber problemas de disfunción eréctil e interferir en la eyaculación, incluso.

A esto se agregan los efectos no deseados provocados por algunos fármacos usados para tratar la hipertensión, como los beta bloqueadores o diuréticos, que afectan la erección, por ejemplo.

En las mujeres también se producen efectos y aunque no son tan visibles como la dificultad de mantener una erección en los hombres, sí las afecta fuertemente al largo plazo y, consecuentemente, en su relación.

Así, es posible notar reducción o pérdida del deseo sexual, sobre todo en aquellas mayores de 40 años. A esto se añaden fenómenos como la resequedad vaginal, lo que produce dolor durante la penetración y, como resultado, menor deseo de intentarlo. Esto, por supuesto, las distancia de sus parejas y afecta su ánimo considerablemente. Sin embargo, la vida sexual de los pacientes hipertensos puede llevarse sin inconvenientes siempre y cuando se tenga un control estricto de la enfermedad, y se trate con un equipo multidisciplinario.

Para la Eyaculación Precoz tenemos solución

El 30% de los hombres sufren eyaculación precoz, es decir, la imposibilidad para controlar la eyaculación, la cual ocurre en forma prematura, o sea, antes de lo deseado, dejando consecuentemente a la pareja insatisfecha. Solo el 20% o menos de ellas tienen origen orgánico (prostatitis, uretritis, etc.), pues la inmensa mayoría de los casos depende de un mal comienzo o factores psicológicos o emocionales.

Al mal comienzo se refiere a que cuando nos desarrollamos sexualmente recurrimos con frecuencia a la masturbación y lo hacemos apurados para que no nos descubran y el cerebro fija ese aprendizaje y lo repite. Sin embargo, existe solución para cada uno de estos casos en Medical Sex Center. Si la causa es orgánica -por ejemplo prostatitis-, se corrige con antibióticos. Los factores emocionales o psicológicos se corrigen con educación sexual -psicoterapia- hipnoterapia-medicamentos orales-, técnicas para la relación sexual, ejercicios del músculo pubo-coxígeo y si es necesario, medicamentos de aplicación directa en el pene.

En unos pocos casos de hipersensibilidad del pene, el tratamiento se puede realizar con una cirugía sencilla de denervación parcial del pene (Neurotomía Selectiva).

Fuente:  El Faro de La Salud Natural, Edición #33

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