Las relaciones interpersonales, sean estas de amistad, parentesco y/o amor suelen dividirse entre saludables o tóxicas.
De acuerdo a lo que explica Natalia Guerrero, sexóloga de Medical Sex Center, “una relación amorosa tóxica es una relación donde uno o ambos componentes de la pareja experimenta más vivencias negativas que positivas”.
La especialista enfatiza en que entre las parejas tóxicas podemos encontrar tóxicos exclusivos y otros recurrentes. Es decir personas que por diferentes motivos desencadenan una unión tóxica con otra persona pero que el resto de sus relaciones humanas se caracterizan por ser saludables. En cambio las recurrentes son aquellas que definitivamente tienen más experiencias tóxicas que felices.
“Si perteneces al grupo de mujeres que sienten que su biografía amorosa está llena de relaciones tóxicas sería necesario preguntarse si algo, que depende de ti, está funcionando mal”, indica la sexóloga.
“Dentro de mi experiencia clínica he individuado que la mayoría de las mujeres que se enamoran de un hombre que las trata mal y mantienen la relación a pesar de eso, son mujeres que tienen una baja autoestima y por lo mismo creen que, si dejan esa relación malsana, se quedarán eternamente solas porque nadie más las va a querer”, agrega.
Otro motivo recurrente es aferrarse a una única cosa que en la relación funciona bien y esperar que, gracias a ella, algún día, todo mejore. “Por ejemplo una pareja donde todo funciona mal menos el sexo que se caracteriza por ser apasionado e intenso. O bien una pareja donde el respeto ya no existe pero el otro es buen padre o buen proveedor”, continúa.
Un motivo frecuente que hace que algunas mujeres inicien relaciones negativas es la incapacidad para escoger al hombre o la mujer con la que se construirá la pareja. En este caso sigue siendo el miedo a perder “la única oportunidad” lo que hace que se “abra la puerta” sin antes filtrar.
Finalmente existen mujeres que perduran en relaciones dolorosas porque es el único modo que han conocido hasta ese momento para relacionarse. Así como se aprende a ser hijas, hermanas, amigas, madres, trabajadoras, etc. Ser pareja feliz es algo que se puede aprender.
“Si tengo la impresión de que mi relación es más dolorosa que feliz lo primero que tengo que hacer para mejorar mi situación es decidir si invertiré tiempo en aprender junto a mi pareja a relacionarnos de manera más saludable o si definitivamente prefiero cambiar de historia y cortar la relación que me está haciendo mal. La primera opción es válida solo para aquellas parejas levemente tóxicas. Las parejas gravemente negativas es mejor terminarlas y darse una nueva oportunidad de vida”, explica.
El amor propio, la independencia, el sano egoísmo y el respeto reciproco son claves fundamentales para una relación saludable.
“En el romanticismo existen muchas frases que buscando la hermosura paradojalmente perpetuán relaciones tóxicas. Por ejemplo: “lo daría todo por amor”, “sin ti no puedo vivir”, “eres todo para mí”, “sin ti no soy nada”, “por ti pierdo la razón” y la peor de todas: Eres mi media naranja. Si uno existe como mitad de otro tiene que aceptar a la otra mitad independientemente de sus defectos y el otro me tiene que aceptar incondicionalmente. El amor saludable no se compone de medias mitades incondicionales. El amor saludable se vive entre dos frutas que saben ser felices individualmente y que escogen estar con la otra fruta porque así son más felices que estando separadas”, finaliza.
Fuente: Dato Avisos http://www.datoavisos.cl/2013/relaciones-toxicas-como-reconocerlas-y-salir-de-ellas
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